Seleccione idioma

Spanish

Down Icon

Seleccione país

Spain

Down Icon

Tres por uno: "Il Trittico" de Puccini vuelve al Teatro Colón

Tres por uno: "Il Trittico" de Puccini vuelve al Teatro Colón

"Lamento profundamente que Il Trittico se dé en partes –di mi permiso para dos óperas, y no una, junto con el Ballet Ruso", se lamentó Giacomo Puccini en una carta escrita a su amiga y confidente Sybil Seligman. En la misma carta, el compositor despotrica extensamente contra Higgins, Beecham y todos los "cerdos" que dirigen Covent Garden por negarse a poner en escena Suor Angelica, una de las obras que integra el tríptico y la favorita de Puccini, y en su lugar eligieron los Ballets Rusos.

“Fue un abuso de la dirección porque se había acordado dos óperas por noche y no una para servir de remolque a los fracasados Ballets Rusos. El Sr. Higgins no ha actuado lealmente conmigo. Y le diré a Ricordi que niegue mis obras para el próximo año... ¡cerdos, verdaderos cerdos! ¡los meto a todos en un saco: porga, vapore y Higgins!". La carta cierra con otra queja acerca del calor en Italia y su situación política, y el deseo de abandonar Torre del Lago y Bagni di Lucca.

Durante la Segunda Guerra Mundial y en tiempos de posguerra, Puccini creó Il Trittico en un período de plena madurez creativa: se trata de una colección de tres óperas en un solo acto (Il tabarro, Sour Angelica y Gianni Schicchi) con el objetivo de experimentar una forma innovadora. Dentro de las renovaciones que marcaron la modernidad de principios de siglo XX, el formato de ópera en un solo acto estaba ganando aceptación. Atento a esas innovaciones, el autor de Madama Butterfly creó en su tríptico un arco narrativo que desafió las convenciones operísticas de la época, y ofreció al mismo tiempo una experiencia teatral diversa y compacta.

En una misma noche, tres géneros distintos: el drama verista y oscuro de Il tabarro, la tragedia lírica y espiritual de Sour Angelica, y la comedia satírica de Gianni Schicchi. Cada ópera presenta un tono, un ambiente y estilo musical únicos.

Ensayo de "Suor Angelica". Foto: Teatro Colón/Lucía RiveroEnsayo de "Suor Angelica". Foto: Teatro Colón/Lucía Rivero

Las historias

La primera, cuenta con el libreto de Giuseppe Adami, las otros dos de Giovacchino Forzano. La historia de Il tabarro se desarrolla en un barco, en el Sena. Un triángulo amoroso con final trágico sucede en el contexto de un mundo sombrío y desesperanzado. Con su atmósfera de expiación y anhelo, Suor Angelica explora el sacrificio y la fe a través del personaje de una noble forzada a entrar en un convento al quedar embarazada. Allí recibe la noticia de la muerte de su hijo ilegítimo, al que nunca llegó a conocer, y decide quitarse la vida para reunirse con él. El tríptico cierra con el tono humorístico de Gianni Schicchi, una joya cómica con una de las arias más populares de la historia de la ópera: "O mio babbino caro".

La obra muestra también la habilidad de Puccini para la comedia, aunque fue un género que exploró poco. Con un protagonista antihéroe, astuto y carismático, la ópera cuenta la historia de una ambiciosa familia que, al enterarse que el rico Buoso Donati había dejado toda su fortuna a un convento, recurre al astuto Gianni Schicchi para falsificar el testamento a beneficio de ellos. Schicchi acepta ayudar, pero en el acto se queda con las mejores propiedades. La ópera, cómica y satírica, celebra la picardía sobre la codicia aristocrática.

Desde su estreno en el Metropolitan Opera en 1918, existieron dificultades para aceptar Il Trittico como un todo coherente. Gianni Schicchi fue un éxito inmediato por su accesibilidad y humor, pero Il tabarro se consideró demasiado sombrío y Suor Angelica excesivamente sentimental, lo que llevó a críticas mixtas. Esta percepción inicial, aunque fue cambiando, influyó en la representación tal como la había pensado Puccini: las tres obras en una sola jornada. Cada una de las obras que integran Il Trittico comenzó a representarse por separado.

Puccini se lamentó en más de una oportunidad de esa situación porque rompía con su visión unificada, inspirada en la Divina Comedia de Dante Alighieri: un viaje emocional desde la oscuridad pecaminosa (Il Tabarro), pasando por el sufrimiento y la redención (Suor Angelica), hasta la luz y el humor (Gianni Schicchi).

Ensayo de "Gianni Schicchi". Foto: Teatro Colón/Lucía RiveroEnsayo de "Gianni Schicchi". Foto: Teatro Colón/Lucía Rivero

La idea inicial de Puccini de dedicar una ópera a cada uno de los tres partes de la Divina Comedia es el eje de la puesta de Pier Francesco Maestrini, que subirá el próximo 2 de mayo en el Teatro Colón, en la versión que el compositor aprobaba. La puesta de Maestrini, presentada anteriormente en el Teatro Comunale di Bologna, se destaca por su audaz reinterpretación visual y conceptual.

El director sostiene que no se puede pasar por alto la conexión inicial entre el tríptico de Puccini y la Divina Comedia. Su lectura propone justamente vincular las tres óperas con la obra de Dante, asignando un paralelismo entre cada una de las óperas con el Infierno, Purgatorio y Paraíso.

Esta visión busca unificar las obras bajo un hilo conductor conceptual, enfatizando los contrastes emocionales y temáticos. El director de escena explica, en las notas de programa que escribió para el Colón, que fue el libretista Forzano, auténtico experto en Dante, el que convenció a Puccini para hacer converger Gianni Schicchi y Suor Angelica. En ambas obras aparecen citas directas tomadas de la Commedia, en Gianni Schicchi (Infierno XVI y XXX) y en Suor Angelica (Paraíso XXXIII).

El desafío que recorre las tres obras, según Maestrini, es conservar la credibilidad al llevar a la escena relatos de almas y de muertos al sitio de sujetos vivos. El desafío fue resuelto dando a entender que el público, a modo de visitante, interroga a las almas de los personajes de la obra.

“En la actuación, me esforcé en transmitir la sensación de eterna e insoportable fatiga y ausencia de alegría en cada instante, repetida hasta el fin de los tiempos”, escribió el régisseur con respecto a Il Tabarro, vinculada al infierno de Dante, donde el tiempo no existe y las penas son eternas, al igual que en el paraíso donde la gloria es eterna.

Por el contrario, en el purgatorio, sostiene Maestrini es el único de los tres reinos donde existe aún el tiempo, es una “fase de pasaje”. De acuerdo con esta concepción, en Suor Angelica la actuación se ralentiza “de una forma extenuante, enrarecida y etérea”. Schicchi aparece mencionado en el Infierno de la Divina Comedia, Dante lo ubica entre los falsificadores. “¡Una risa nos salvará!”, cita Maestrini, y explica que la última ópera que cierra la trilogía tiene que ver con la redención.

Pero, más allá de todo, concluye el director: “¡Un poco de sano non-sense! Acaso puede dejarnos algo perplejos el hecho de que la ópera gire en torno al cadáver de un muerto, cuando están, por axioma, ya todos muertos. A esto respondo que para Dante todos los condenados están esperando el Juicio Final, la famosa segunda muerte. Y así, en resumen, ¡hay un hombre muerto que está más muerto que los demás!”.

La producción de Il Trittico es logísticamente exigente debido a la necesidad de tres elencos, escenografías y estilos musicales distintos, lo que explica su menor frecuencia en la programación en comparación con otras óperas. El Teatro Colón, que hizo el estreno latinoamericano del “triple” título operístico de Puccini en 1919, vuelve a programarla en su forma original después de 14 años.

*Il Trittico se presenta entre el 2 y el 13 de mayo, en el Teatro Colón, Cerrito 628.

Clarin

Clarin

Noticias similares

Todas las noticias
Animated ArrowAnimated ArrowAnimated Arrow